La llegada de estos tres hombres históricos y el origen del pesebre viviente fue recreada por más de 200 artistas en escena, entre profesionales y amateurs, en compañía de alumnos de distintas edades de los talleres de danzas folklóricas de la Municipalidad de Godoy Cruz; reconocidos músicos e instrumentistas de Mendoza y el Grupo Vocal Cantapueblo, quienes unieron su talento para hilvanar distintas escenas cargadas de ternura e inocencia con sorprendentes cuadros musicales, en su mayoría interpretados en vivo, con temas originales y obras clásicas inspiradas en este relato que se resiste al paso del tiempo.
De esta manera, música e historia se fueron amalgamando con géneros que acompañaban la algarabía que se transmitía arriba del escenario, tales como el rock, sonidos de inspiración latinoamericana, fragmentos de música bailable y otros, que se fueron amalgamando por las voces e instrumentaciones de un ensamble de notables intérpretes, dirigidos por Gustavo Salas y Fernando Garro, quienes también se encargaron de la composición general del montaje y los arreglos.