Un camino de continuidad y crecimiento
La experiencia de este año se suma a lo realizado en ediciones anteriores, donde la propuesta también despertó un fuerte interés en la comunidad.
Además, los talleres previos permitieron a los participantes adquirir técnicas prácticas en la elaboración de juegos tradicionales. De esta manera se generó una doble oportunidad: contribuir al bienestar infantil y explorar nuevas herramientas para emprender.
Impacto social y educativo
La campaña “Jugate por una niñez feliz” no solo representa un gesto solidario hacia la infancia. También, es un espacio de aprendizaje colectivo y de fortalecimiento de la economía social.
Así, a través de estas actividades, la comunidad se involucra activamente en la promoción de derechos, la inclusión y el desarrollo de capacidades laborales.
Finalmente, con un impacto visible en la comunidad y una respuesta siempre positiva, la iniciativa se consolida como un proyecto que crece año tras año. Por lo que, la idea es seguir transformando realidades desde la solidaridad y el compromiso compartido.