Godoy Cruz formó parte de un procedimiento de gran magnitud que implicó la destrucción de más de 5.000 teléfonos celulares secuestrados en las cárceles de Mendoza. La acción se desarrolló este martes, pasado el mediodía, en la playa de secuestros del Servicio Penitenciario. Por lo que, tuvo como objetivo impedir que los dispositivos vuelvan a ser utilizados en la comisión de delitos.
Seguridad y control en los penales
El operativo, llevado adelante junto al gobierno provincial, se enmarca en una estrategia para reforzar la seguridad en los establecimientos penitenciarios. Desde el Ministerio de Seguridad destacaron que se busca bloquear las comunicaciones delictivas desde el interior de los penales. Es que, estos teléfonos suelen ser empleados para actividades ilegales como narcotráfico, amenazas y extorsiones.
En esta ocasión, la Municipalidad  aportó una aplanadora que fue utilizada para destruir los equipos incautados.
Gestión ambiental responsable
El procedimiento no se limitó al aspecto de seguridad, sino que también tuvo un fuerte componente ambiental. De hecho, antes de la destrucción mecánica, los celulares fueron desarmados de manera manual para retirar baterías y piezas contaminantes que requieren un tratamiento especial.
Cabe destacar que, estos elementos fueron derivados a un centro especializado en disposición final. Mientras que plásticos y materiales restantes serán gestionados mediante el programa de tratamiento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEES).