Con folklore, tango y “Educando al nene” Godoy Cruz sigue de aniversario

El pasado sábado 12, el departamento continúo las celebraciones en el marco de su aniversario. La Plaza Departamental y el Teatro Plaza se convirtieron en el epicentro de una fiesta que se extendió hasta la medianoche, con un espectáculo de música y danzas folklóricas y dos ovacionadas funciones de la obra “Educando al nene”, con Ernesto “Flaco” Suárez” y Daniel Quiroga, dos grandes referentes de la comedia local.  

Desde el mediodía, diferentes expresiones de la cultura autóctona comenzaron  a poblar el corazón del espacio verde donde se erige la estatua de Tomás Godoy Cruz. Además, el público pudo disfrutar de puestos de comida y visitas guiadas. El tour fue organizado por la Subdirección de Turismo del municipio e incluyo varios sitios emblemáticos, como la Farmacia Godoy Cruz y el flamante Centro Patrimonial Artístico Cristoforo Colombo, cuya inauguración, el viernes 11, abrió la agenda de actividades del 163º aniversario de Godoy Cruz. En su interior, algunos visitantes tuvieron la oportunidad de visitar la muestra “Camino interior”, del prestigioso pintor mendocino Antonio Sarelli  y conocer personalmente al artista.

Mientras tanto, la cartelera artística comenzaba a hacerse escuchar por cada rincón del departamento, con folklore, música ciudadana y cuadros coreográficos que dejaban sin aliento. Este imparable recorrido musical tuvo como anfitrión al Grupo Vocal Cantapueblo, junto a la guitarra de Dante Ochoa y Quique Öesch en la percusión. Las destacadas voces de esta agrupación nacida en el interior del Coro Municipal fueron rescatando grandes obras que revalorizan nuestra identidad.

A su término, el dúo Giménez – Dávila, conformado por Rubén Giménez y Andrea Dávila fuer ganando el escenario a pura fuerza cuyana. En esta agrupación se percibe la conjunción de una voz cálida y cristalina y una presencia vocal con la inconfundible impronta expresiva de cantor popular, lo que origina la mixtura de un estilo único donde brotan nuevas interpretaciones para melodías que se resisten a perecer en el olvido.

Abajo del escenario principal, los bailarines comenzaron a desplegar toda su gracia y elegancia, para homenajear a las sublimes danzas que conforman el acervo musical de raíz. Primero, con la participación del Ballet del Pedemonte, con un cuadro que enlazó el talento de jóvenes y adultos para celebrar los 25 años del elenco dirigido por el profesor Rubén Bower. El Ballet Folklórico Municipal también estuvo presente. Bajo la dirección artística de Virginia Paes, el cuerpo de bailarines volvió a sorprender al público con una variada y poderosa demostración de baile autóctono.

El inconfundible ritmo del 2×4 hizo su entrada triunfal, de la mano del cantante Cacho López y el pianista Quique Nomberto. Estos importantes artistas conquistaron el corazón tanguero de la plaza, con un popurrí de clásicos inolvidables del género, que viajaron desde la elegante estampa sonora de Carlos Gardel hasta obras de tinte contemporáneo.

La tarde se había instalado definitivamente y el grupo La Rienda desató una verdadera fiesta donde el clima de peña se hizo sentir con fuerza. Los asistentes no pudieron resistirse al baile y a agitar con fuerza los pañuelos. Es que este conjunto le rindió honor a la tradición más arraigada del folklore, añadiendo poderosas armonías vocales y una sólida formación instrumental que hacía vibrar cada acorde. En la presentación, la alegría juvenil de los intérpretes se fundió en una amplia variedad de sonidos que conquistó irremediablemente a la audiencia.

Gala en el Plaza

La Sala Mayor de Godoy Cruz abrió sus puertas al clásico teatral “Educando al nene”, esteralizado por la dupla actoral de Ernesto Suárez y Daniel Quiroga. La masiva concurrencia del público colmó las dos funciones de este indiscutido clásico del teatro mendocino, que volvió a ponerse en escena y que conserva su picardía y agudas reflexiones intactas, a más de 30 años de su estreno.

“Educando al nene” ofrece una crítica a la educación, el machismo y a cómo influye este en el hombre. El protagonista es Carlos Alberto (Quiroga), quien sufre, desde temprana edad, las presiones familiares y sociales que le indican cómo ser «bien hombre»; una exigencia que lo vuelve infeliz.

Para narrar las desventuras del protagonista, la dupla de experimentados actores se desdobla en una decena de personajes, apelando a juegos mímicos y gestuales. Tres décadas después de su estreno, este trabajo sencillo y a la vez efectivo, goza de plena vigencia y reafirma una idea que Suárez y Quiroga saben materializar en escena: se puede hacer buen humor, sin recurrir al garabato.

 

mayo 13, 2018


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