El Espacio de Integración Comunitaria, un lugar de contención en tiempos de Covid-19

El espacio ubicado en la Gran Manzana del barrio Foecyt, continúa asesorando y asistiendo a las personas que sufren problemáticas de consumo y a sus familiares a través de plataformas virtuales y vía telefónica durante la pandemia

El Espacio Integral Comunitario (EIC), ubicado en la Gran Manzana del barrio Foecyt, continúa asesorando y asistiendo a las personas que sufren problemáticas de consumo y a sus familiares a través de plataformas virtuales y vía telefónica durante la pandemia.

Se trata del primer lugar de la provincia que contempla un modelo comunitario, compuesto por un equipo interdisciplinario de profesionales que busca lograr la reinserción social, inclusión e integración.

Además, brinda talleres de oficio, culturales, grupos terapéuticos, asistencia individual, talleres de familia, deporte y actividades recreativas, entre otras.

¿Cómo trabaja el EIC en la actualidad?

En la actualidad el EIC trabaja a través de plataformas virtuales y por vía telefónica, se adapta y flexibiliza los métodos de abordaje en estos tiempos de Covid 19, de esta forma se logra continuar con el seguimiento de las personas que forman parte del programa del tratamiento, para evitar recaídas y seguir generando espacios de contención, que son tan importantes en este contexto.

“Con respecto a las entrevistas de admisión, que se realizan por primera vez y otras intervenciones individuales, se evalúa la situación, y en caso de ser necesario se aborda de manera presencial, tomando las medidas preventivas sanitarias”, especificó su director Di Cesare.

La palabra de un profesional

Federico Di Cesare, director del EIC, explicó el trabajo que allí se realiza y cómo tratan las situaciones de personas con adicción:

Durante esta pandemia, el consumo de tabaco, alcohol y drogas agudiza una nueva realidad caracterizada por el Covid-19, la emergencia sanitaria y el aislamiento social obligatorio. En el Espacio se incrementaron las consultas relacionadas a lo que genera esta situación de aislamiento.

Concretamente estar en una situación de confinamiento, pensando en un agente externo, invisible y que puede poner en riesgo nuestra vida y/o la de quienes queremos. Sumado a la sobreinformación, relacionada a coronavirus que escuchamos o leemos permanentemente y a la incertidumbre que genera lo laboral y lo económico, entre otras cosas.

Ante todo esto, es entendible sentir miedo, angustia, irritabilidad, enojo y otras emociones; además de que la cotidianeidad sufre cambios como comer en  cualquier horario, dormir más de lo normal o tener dificultad para conciliar el sueño. Está claro lo disruptivo del Covid 19 en la vida diaria y lo que nos afecta, en mayor o en menor medida.

Y si bien es positivo que en estos últimos días se ha flexibilizado el confinamiento, permitiendo salidas ordenadas teniendo en cuenta la terminación del DNI, se ve mayor movimiento en las calles, y se percibe otro aire en la sociedad al notar que varios locales y negocios que hasta hace unos días estaban cerrados hoy vuelven a abrir sus puertas.

Sin embargo se debe entender que todo esto es progresivo, que no deja de ser dinámico, y que se debe seguir teniendo en cuenta todas las recomendaciones de prevención informados por las autoridades sanitarias. Es importante seguir cuidando nuestra salud física, pero también procurar cuidar nuestra salud mental,  fundamental en estos tiempos inciertos.