Bajo la dirección musical de Raúl Monteagudo, sobre el escenario se desplegó un numeroso ensamble instrumental conformado por artistas de nuestra región y la geografía latinoamericana, con la destacada participación de la cantante Elena Warner, quien dejó impregnada su ajustada voz y sensualidad para ponerle voz a obras que siguen enamorando. El imparable ritmo de clásicos que no pasan de moda, como “Dos gardenias”; “Lágrimas negras”; “Quizas, quizás, quizás”; “Candela”; “El cuarto de Tula”; “De camino a la vereda” o “Chan chan” se fueron amalgamando con la elegancia del jazz para sacudir a la audiencia, con una amplia vertiente de ritmos festivos y clásicos de impronta contemporánea.