Las murgas volvieron a apoderarse de Godoy Cruz

El domingo 18, los ecos del carnaval salieron a la calle para decir su verdad. En el Parque Benegas cerramos el fin de semana cultural con la actuación de “Pan Casero” y “La Caciqueña”, dos importantes murgas locales que cultivan el estilo uruguayo acentuando los sucesos más relevantes de nuestra realidad.

 

Personajes extravagantes enfundados en coloridos vestuarios y maquillaje recargado volvieron a poblar el espacio verde cercano al Museo Ferroviario de la comuna, hermanados en la mística barrial del canto popular y los redoblantes. Importantes ensambles murgueros de nuestra provincia volvieron a iluminar el “Verano en Godoy Cruz” para cantarle al público, en dos espectáculos que conjugaron música y humor con la memoria encendida.

En esta oportunidad, ambos grupos fueron desplegando fragmentos de sus recientes realizaciones musicales, con una brillante paleta de colores y un humor sin concesiones que fueron tejiendo las diversas capas que conforman el entramado de nuestra realidad, con letras cargadas de humor y crítica envueltas en una atmósfera de celebración que parecía interminable.

Minutos después de las 21:00, un remolino musical de más de 14 artistas en escena hizo que la murga Pan Casero dijera presente en las tablas. La agrupación se inscribe en la murga estilo uruguayo, por lo que el eje de sus presentaciones está en el humor, la crítica y la poética carnavalera. Luego de casi dos años de creación colectiva se gestó “Revoluclón, volver del futuro”, el tercer espectáculo de la agrupación dirigido musicalmente por Camila Millán.

En su última producción, desde un futuro ficticio, la murga analizó y recreó situaciones actuales en torno a la política, los medios masivos de comunicación, el mercado y la tecnología. En esta puesta, cuyo andamiaje fue el absurdo, la música y los recursos teatrales estuvieron al servicio de un universo distópico en el que costumbres históricamente arraigadas provenientes de la sociedad, la política y hasta la Vendimia fueron parte del canto colectivo, donde se fueron complementando distintas ópticas con resultados disparatados.

Posteriormente, el pulso urbano continuó acelerando su marcha con una potente presentación de la murga La Caciqueña. Luego de un crecimiento paulatino sobre los escenarios con un férreo compromiso con el género, el grupo nacido en Guaymallén presentó al sucesor de “Lo que el Cacique nos dejó” y “Sonría, lo estamos pintando”. Bajo la dirección artística de Cristian Morales, un fragmento de la tercera producción de los coreutas, “Media luna”, los trajo al parque con lúcidas dosis de picardía, humor y utopías que invitaban a la reflexión, enfundadas en una vibrante puesta en escena.

febrero 19, 2018


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