Con 20 años de actividad fílmica y 50 producciones audiovisuales, el también historietista, escritor y músico Andrés Llugany ha conformado un lenguaje cinematográfico propio, emparentado con el comic y la fantasía. Su obra se caracteriza por otorgar un gran valor a la síntesis narrativa, al silencio en los diálogos y a la pausa reflexiva, con cierto tipo de humor y la permanente intención de experimentación expresiva.
Con un sólido reparto integrado por Melody Moro, presente en la sala junto a Llugany, Valeria Rivas, Elena Schnell y Ariel Blasco en los roles principales, El Rostro de Cristal es un film contado en tres actos y rodado en muy pocas locaciones, combinando elementos reales y también fantásticos, en una narración donde se mezclan los cuentos infantiles clásicos, la mitología griega y el terror subyacente en el entramado social.
Según la definición que brindó el propio Llugany, “La película es una narración acerca de un miedo muy particular en el mundo femenino, que es el de no poder transitar de noche por una calle oscura y del temor de sentir la amenaza en cada sombra o en cada recodo de una esquina”.
“Si le buscamos un hilo común a todas mis obras, andaríamos por el lado del mundo fantástico. Dentro de ese universo, a veces he hecho comedias, a veces ciencia ficción, pero en verdad lo que nunca había explorado y siempre había tenido ganas, era el género del terror”, comentó el multifacético realizador.
De este modo, llegó a su fin una nueva edición -la número 11- del Festival Provincial de Cine Mirada Oeste. Realizadores y el público amante del cine tuvieron una excelente oportunidad para reencontrarse con este arte que, en Mendoza, tiene una larga e importante historia, un presente excelente y un futuro que ilusiona.