El 10 de julio, a las 19, el Concejo Deliberante homenajeará a empresarios con una destacada labor en Godoy Cruz. La cita será en el Centro Patrimonial Artístico Cristoforo Colombo, Antonio Tomba 246
El 10 de julio, a las 19, el Concejo Deliberante homenajeará a empresarios con una destacada labor en Godoy Cruz. La cita será en el Centro Patrimonial Artístico Cristoforo Colombo, Antonio Tomba 246
A través del Programa Memoria Viva, implementado por la Muni, se convocó a empresas que contaran con más de 60 años de antigüedad y que hubieran mantenido a lo largo de su historia el rubro original.
De esta forma, diez comercios reunieron las condiciones y contaron sus biografías. En ese marco, en el texto «Historias», se destacó a cada uno con una reseña. La autoría de este aporte fue de la Mg. Fabiana Mastrangelo y la Prof. Martina Rivero, de la Junta de Estudios Históricos de Godoy Cruz.
Y el Honorable Concejo Deliberante decidió homenajearlos, en representación de aquellos vecinos que aportaron al desarrollo departamental y que aún hoy siguen comprometidos con su comunidad.
Iniciando el siglo XX se instaló en Rivadavia 163 el taller de carruajes «La Elegancia». El fundador fue Agustín Moricci, un inmigrante italiano nacido en 1886 en Macerata. Cuando se creó la fábrica, el actual Godoy Cruz aún se denominaba Belgrano.
Tras la masificación de los vehículos a motor, alrededor de 1950, el taller comenzó a carrozar camiones, furgones y camionetas. Hoy el taller se encuentra en posesión de la cuarta generación Moricci. La antigua fábrica de carruajes ahora es un taller mecánico.
Por su parte, en 1938 se fundó en Pellegrini 1353, esquina Paso de los Andes, el Café Sportman. El fundador fue Alberto Zamora, un mendocino que abrió un café al estilo porteño, lo cual implicó una novedad para la zona.
Actualmente continúa en manos de la familia Zamora. Es que luego Alberto dio lugar en el manejo del negocio familiar a su hijo Jorge, hasta quedar a cargo de su actual propietaria, su hija Jorgelina.
Conocé la historia del Café más famoso de la calle Pellegrini
En 1916 Juan Bautista Plana fundó una talabartería, en Perito Moreno 252, a pocos metros de la Plaza Mayor Tomar Godoy Cruz. Su hijo Gaspar comprendió que debía modificar el rubro para permanecer. Poco a poco comenzó a introducir artículos de cuero y cuerina y el negocio se transformó en una tapicería.
La tradición la continuaron su hija Alicia y su esposo, Juan Manuel, que se jubilaron en 2005. Desde entonces se encuentra la cuarta generación frente al local.
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La tradicional farmacia Godoy Cruz, ubicada en la esquina Rivadavia y Antonio Tomba, se remonta al año 1908. A lo largo del tiempo tuvo diversos dueños y nombres.
Finalmente, la familia Bermejillo la compró en 1965, por lo que lleva 58 años a cargo del negocio.
Roberto Bermejillo, que desde 1995 es el director técnico de la farmacia, logró reconstruir su historia a través de los libros recetarios. Este trabajo lleno de amor le demandó aproximadamente 3 meses.
Acá podés conocer la historia completa de la Farmacia Godoy Cruz
En 1920 se fundó la ferretería Pannocchia, que continúa en manos de la familia. Mauricio, el actual gerente y tercera generación, contó que en ese momento la vida económica del Departamento giraba en torno a las bodegas, principalmente la Tomba. Es por eso que la ferretería era su principal proveedor.
Los Pannocchia eran gente de perfil bajo y muy trabajadores. Esta tradición es la que continúa hoy con esfuerzo y amor por la empresa familiar.
En 1960 se instaló en Belgrano 235 la fábrica de alambres y clavos Fermachin. Como dato anecdótico, la denominación significa hierro fabricado (Fer: hierro – Machin: máquina).
El fundador de la fábrica fue Pascual Guillamont, un inmigrante español que llegó en 1948 junto a su familia.
Sus hijos Ana y Roberto comenzaron a trabajar en la fábrica de adolescentes, complementando trabajo con estudio. Se jubilaron en 2020, lo que dio lugar a la tercera generación al frente de la fábrica.
María Rodríguez llegó desde España en 1964, junto a sus padres, Carmen y Ramón, y su hermana. Con los primeros ahorros de sus trabajos lograron comprar el local de la actual Parrala.
Cuando sus padres no pudieron continuar manejando el restaurante ella se perfeccionó, estudió cocina y aprendió a realizar los platos típicos españoles. Actualmente continúa con el proyecto familiar su hija Carina.
Si querés saber más de los platos típicos españoles de La Parrala y su historia, fijate acá
Ismael Salinas fundó la panadería Sol de Mayo en 1935. Pasó por diferentes domicilios, hasta que en 1942 se instalaron en su domicilio actual, Belgrano 205.
Luego se hizo cargo su hijo Ricardo, que introdujo la producción de pan de panchos, hamburguesas, pan árabe, de miga, casero y rebanado. Actualmente son las hijas de Ricardo quienes dirigen la panadería.
Panadería Sol de Mayo y el porqué de su nombre. Acá podés leer su historia
Esta empresa familiar tiene una rica historia que se remonta a 1913. Fue fundada por Marcial Suarez en la calle Perito Moreno 112.
Después su hijo José heredó la ferretería. Posteriormente, José vendió el negocio a su cuñado, Ferdinando Scarlatti.
Actualmente, está bajo la gerencia de Federico Scarlatti, y se ubica en Perito Moreno 257.
El primer nombre de la farmacia fue Picquart, en honor al farmacéutico que la fundó en 1925. Picquart vendió la farmacia a Luis Schejter, su nombre Chester fue una forma de hacer accesible la pronunciación.
En 1971, la vendió a María Cristina Alegra y Nélida Alemany, que permanecieron al frente del negocio durante veinte años.
En 1991, Jorge Parera y Olga Salvucci la adquirieron e iniciaron una época de cambios. El edificio original de 1925 fue demolido y, en el mismo terreno, se construyó el inmueble actual.